Algo así me dijeron hace algunos años y claro, se me quedó cara de tonto debajo del sofoco que llevaba por la enorme piedra que llevaba en la espalda.
Esta es una de las grandes falacias con las que, los que construyen castillos, pretenden hacer partícipes de la gloria de un hecho mayor a toda la plebe que acarrea las piedras o limpia las letrinas. Ya sabéis, lo de sois la mierda cantante y danzante del mundo pero a la inversa. Ciertamente no habría castillos sin nosotros/vosotros/ellos, pero eso no significa que sea mi/tu/su castillo, ojito, y decirlo así raya el insulto.
El caso es que, con tanta especialización, parece que cada vez hay más gente acarreando piedras y luego así quedan los castillos.