Sobre la belleza

Hace más de 20 años, viendo el código de Lucene, casi se me saltan las lágrimas. Era simple y elegante, se podía ampliar con facilidad y te sentías obligado a dar lo mejor de ti para mantenerlo tan limpio como al principio.

El código es poesía y programar es un arte, no dejes que nadie diga lo contrario

En algún momento de tu vida te habrá ocurrido algo parecido; te habrás quedado paralizado ante una canción de Jimi Hendrix, un cuento de Rulfo, un cuadro de Goya, una obra de teatro, película, web, ante la tipografía Sabon… Además, si te dedicas a la misma disciplina de la obra, se te habrá pasado por la cabeza alguna de estas opciones:

  1. Admirarlo y seguir con tu vida vestido temporalmente con un rayito de sol. «Hay gente que hace cosas bellas, la humanidad está salvada».
  2. Deprimirte con la comparación. «Madre mía, y yo haciendo estas mierdecillas. Mejor lo dejo».
  3. Retenerlo en tu cabeza y establecerlo como objetivo. «A Dios pongo por testigo que un día haré un X tan bueno como este».

Es más, seguramente lo habrás mezclado todo: «Guau qué bonito, no le llego ni a la suela del zapato, pero ya verás como algún día, algún día…» y pienso que esta es la mejor forma tomarlo. Así hay que enfrentarse a la belleza en tu disciplina: recibe con gusto el shock que te provoca, asume con modestia que te queda camino para llegar ahí y ponte a trabajar para ello.

Trabaja con la intención de lo que hagas sea infinitamente bello.

Viernes pin-up: Isabel Sarli

Nota: Buscar Isabel Sarli, esto tenía apuntado hace meses, tantos que ni me acuedo dónde escuché el nombre, aunque seguramente fuese a raíz de su fallecimiento en 2019.

Hilda Isabel Gorrindo Sarli, Isabel Sarli, fue de todo, pero sobre todo fue bella y, según parece, fue el mayor símbolo sexual del cine argentino y la protagonista de su primer desnudo.

Según en qué fotos, me recuerda a las bellezas clásicas italianas: Sophia Loren o Gina Lollobrigida (un poco…).

Un pequeño descubrimiento.

Ver Isabel Sarli:

José Echegaray y Eizaguirre

José Echegaray
José Echegaray

José Echegaray (1832-1916) fue un digno hijo del siglo XIX. Ingeniero, dramaturgo, político, físico, sobre todo matemático… y vete tú a saber cuántas cosas más que, por esas cosas que tiene la vida acabó ganando un Premio Nobel de Literatura en 1904.

En este mundo hiperespecializado (bueno… de todo hay), merece la pena descubrir a este tipo de personajes. Si tenéis una edad, su cara os sonará de los billetes de 1.000 pesetas.

Podéis leeros la Wikipedia para haceros una idea de la obra y arte de Echegaray pero tengo debilidad por el programa de RTVE Documentos y, efectivamente, hay una hora entera dedicada a glosar la vida de este gran hombre:

Domingo Badía (Alí Bey)

Ojoplático me dejó la historia de Domingo Badía (alias Alí Bey) cuando la escuché en Documentos, «Alí Bey, un español en la Meca».

Domingo Francisco Jorge Badía y Leblich (Domènec Badia i Leblich en catalán; Barcelona, 1 de abril de 1767 – Damasco, 1818) fue un militar, espía, arabista y aventurero español, conocido también como Alí Bey o Alí Bey el-Abbassi.

Desde luego cuando ahora se habla de aventura no estamos hablando de las aventuras del XVIII, XIX: tierras desconocidas, espías disfrazados, conspiraciones palaciegas…

El programa Documentos RNE – Alí Bey, un español en La Meca – 12/08/14: