Voy todos los días andando a mi puesto de trabajo. Son apenas 20 minutos y cruzo 3 carreteras con 2 carriles en cada sentido además de otro par de carreteras normales (solo un carril en cada sentido). Vivo en una ciudad pequeña.
Las aceras son estrechas y las comparto con bicicletas y algún patinete… eléctrico, por supuesto (mi más profundo desprecio para la gente que va en patinete eléctrico). Están finalizando la construcción de 2 edificios. No son ni singulares ni bonitos y supongo que serán tan funcionales como todos los demás. Colmenas.
Estos días de calor echo en falta la sombra de algún árbol; no hay apenas y los jardines son pequeñas manchas verdes constreñidas en cemento.
La verdad, no sé si la ciudad del futuro será ecológica, sostenible, conectada, smart o medio bobita, pero no es nada de eso lo que echo en falta ahora mismo. Me gustaría que las ciudades no estuvieran concebidas como carriles para los coches, donde se pudiera ir caminando tranquilamente y donde los edificios no sean monstruosidades encerradas en sí misma con piscina y pistas de pádel en el interior.
Vista la tendencia, la ciudad del futuro será como la del presente, pero peor. Habrá que quererla, o cambiarla.