Quizá tengas un dominio que no estés utilizando, que lo tengas en parking, redirigido o simplemente a la espera. En ese caso, puede ser una buena idea bloquear que nadie lo pueda utilizar para enviar emails en tu nombre.
¿Has oído hablar del phishing? Aunque no hayas oído hablar de él, lo que es seguro es que lo has sufrido. Esos correos que parecen que son de tu banco, de una ONG, de tu compañía eléctrica o de telefonía y que te envían a un sitio web donde debes introducir tu usuario y contraseña o tu tarjeta de crédito. Eso es el phishing: correos que suplantan a las verdaderas entidades para engañarte conseguir información (normalmente datos bancarios o contraseñas).
¿Sabrías reconocer el phishing?
Google ha creado un pequeño test en el que te explica cómo puedes detectar si un correo es real o es un intento de phishing.
Está disponible en: https://phishingquiz.withgoogle.com/
Vamos a suponer ahora que no solo eres el receptor de esos correos sino que esos mardito roedore están utilizando alguno de tus dominios para hacer el mal. La buena noticia es que tiene solución.
Si no estás utilizando tu dominio para el envío de correo (p.ej. puede que sea un dominio paraguas para redirigir a tu dominio principal), puedes forzar a que se deniegue todo intento de envío de correo en nombre de ese dominio, que cualquiera que reciba un email de ese dominio sepa que no está autorizado. Para eso utilizaremos SPF y DMARC.
SPF (Sender Policy Framework) es la forma más sencilla de otorgar o denegar permiso a terceros para utilizar. Para lo que nos interesa a nosotros ahora, lo que vamos a hacer es prohibir cualquier envío en nombre de nuestro dominio. Para ello, vamos a suponer que el dominio que no queremos que permita envíos se llama sasa.eh
(existe la extensión .eh, por cierto, y se corresponde con el Sáhara Occidental). Usando SPF añadiremos la siguiente entrada DNS de tipo TXT en el dominio:
@ IN TXT "v=spf1 -all"
Con esto ya estamos impidiendo enviar emails utilizando nuestro nombre de dominio.
SPF es sencillo, pero no es perfecto. Una vuelta de tuerca adicional vino con DKIM. DKIM te permite cifrar los envíos de forma que el destinatario puede comprobar si la clave que recibe fue realmente emitida por el dominio en nombre del que se realiza el envío. Esto ya requiere un esfuerzo adicional por parte de los servidores de correo y es menos sencillo de implementar que el SPF. Para nuestro caso de uso, esto nos da igual, pero es importante saber que existe DKIM.
DMARC, se apoya en SPF y DKIM para otorgar autenticidad al remitente del envío. Aquí también se trata de añadir entradas DNS en el dominio de forma que indiquen cómo debe comportarse en caso de que se pase la validación SPF o DKIM. Como nosotros lo que queremos es no permitir ningún envío desde sasa.eh
, vamos a ser totalmente restrictivos y añadiremos esta entrada DNS de tipo TXT:
_dmarc IN TXT "v=DMARC1; p=reject"
Con estas dos entradas DNS, estamos bloqueando que utilicen nuestro dominio para realizar envíos no autorizados.