¿Has oído hablar de «El Cabrero»?

Yo reconozco que únicamente en un concierto en directo de Reincidentes. Doy fe que no solo no me gusta el flamenco sino que estoy cerca de odiarlo sinceramente, pero personajes como José Domínguez, «El Cabrero», trascienden de los géneros musicales… solo hay que oir/leer las letras.

Hoy (27 de enero de 2014), en «Hoy empieza todo» de Radio 3 (¡oé!), han entrevistado a Eduardo Izquierdo, autor de una biografía novelada de «El Cabrero»: «Debo ser muy buena presa (cuando tengo tantas escopetas apuntándome)«.

Todo un (re)descubrimiento en el que merece profundizar.

iBeacon: localización cercana para el «Internet de las cosas»

Hace tiempo leí algún artículo sobe iBeacon y tampoco le presté demasiada atención. Ahora he vuelto a encontrarme con algún artículo más y, bueno, parece que las cosas avanzan.

¿Qué es el iBeacon?

Lo primero, no confundir con el iJam ;). iBeacon es un sistema de localización para locales que funciona sobre Bluetooth (sobre Bluetooth Low Energy o Bluetooth 4.0).
Es una tecnología de Apple pero que es compatible con dispositivos Android.

Es decir, que gracias a tu teléfono, detecta donde te encuentras exactamente en una tienda, si en la sección de camisetas o de zapatillas, y es posible realizar acciones basadas en tu localización.

Usos de iBeacon (Vía Gigaom)
Usos de iBeacon (Vía Gigaom)

¿Para qué se utiliza?

De entrada, parece que el máximo interés está en la parte comercial. Poner puntos que detecten tu teléfono y envíen cupones de oferta en base a tu localización, tu histórico de compras o información que hayas proporcionado previamente a la tienda.

También puede usarse para realizar los pagos con tu teléfono móvil de forma automática: al salir de la tienda detecta lo que llevas y realiza el cargo correspondiente.

iBeacon frente a NFC

¿Alguien se acuerda del NFC? Íbamos a pagar todo con el móvil, lo íbamos a usar como tarjeta e iba a ser la panacea. Yo al menos lo he usado para compartir fotos, eso sí ;)

iBeacon y NFC tienen el mismo objetivo y con medios similares, aunque hay diferencias. La principal es el alcance de iBeacon frente a NFC. iBeacon alcanza los 50 m, y el NFC apenas alcanza 4 cm si queremos que funcione correctamente.
Además, el NFC requiere que el móvil disponga de chip NFC para manejar las comunicaciones NFC mientras que iBeacon usa Bluetooth, que está muchísimos más extendido.

Entonces, ¿es iBeacon el futuro?

Pues tanto como NFC u otras opciones ya muertas (¿recordáis cuando bombardeaban con mensajes SMS al pasar cerca de un stand?).
Parece evidente que existe esa necesidad, ser capaz de enviar y recibir información en base a una localización precisa y los gustos e históricos del usuario.
Obviamente a parte de esperar a ver cuál es la tecnología que finalmente se lleva el gato al agua, hay evidentes consideraciones de privacidad que, vista la historia reciente, no tendremos ningún problema en vender por un descuento del 25% en unos pantalones.

Algunas referencias

Sobre la fidelidad a una marca

Si os dais cuenta, en las películas futuristas de los últimos años, además de pintarnos un futuro realmente negro (¿nadie es siquiera medianamente positivo sobre el futuro que nos espera?) hay una presencia más que notable de las marcas y, no solo eso, si no sobre el poder del marketing (algunas escenas de Minority Report).

Cada vez nos definimos más a través de las marcas y, a ser posible, en una dualidad que excluye todo lo demás (Android – iPhone, PP – PSOE, Barcelona – Real Madrid). Lo curioso es que nosotros hacemos gran parte de ese trabajo, posicionándonos en algún lado de esa barrera artificial defendiendo nuestro lado frente al otro. Lo que es lícito y necesario en, por ejemplo, el fútbol, no tiene ningún sentido en otros contextos. ¿Por qué compro un móvil de tipo A? ¿Porque es lo que necesito? ¿Porque el anterior era de tipo A? ¿Porque el A mola mucho más que el B y es el que tienen mis amigos? ¿Porque vuelvo a votar a B? ¿De verdad lo han hecho tan bien? ¿O es que si no va a ganar A?

Debemos ser conscientes de que somos utilizados, de que nos guiamos con las tripas y de que eso no nos beneficia en la mayoría de las situaciones. Cuesta tomar decisiones conscientes y hay situaciones en las que no merece la pena, pero no tiene ningún sentido defender a una marca solo porque tienes un coche de esa marca, ¡que se defiendan ellos mismos! Hay que tener en cuenta que para las marcas somos números y, en el mejor de los casos, consumidores a mantener para que hagamos gasto con ellos. No buscan nuestra felicidad, ni cubrir nuestras necesidades: buscan dinero de forma directa o indirecta.

En la medida de lo posible, compra de forma consciente:

  • Piensa qué es lo que necesitas. De forma objetiva. Un coche precioso… pero ahí es imposible meter a la familia.
  • Piensa lo que quieres gastar… y si merece la pena. Todo el mundo tiene un presupuesto, ajústate a él y, si no puedes, mira a ver si es más importante renunciar alguna característica o ampliar algo el presupuesto.
  • Aprovéchate de la experiencia propia y ajena. Aquí es donde es importante la marca, su reputación basada en hechos y experiencias de primera mano de gente con necesidades similares.

Lo que me resulta chocante de estas cosas es que entre todos nosotros procuramos conseguir lo máximo posible de los consumidores y nunca nos ponemos en esa piel de consumidores y en si nos gustaría que nos malearan de esa forma.